Personajes.

Rodión Románovich Raskólnikov

Raskólnikov es un estudiante de veintitrés años que proviene de una humilde familia del interior de Rusia, que se desplaza a San Petersburgo para estudiar derecho. Es hijo de una familia dedicada al servicio doméstico, teniendo una madre costurera, un padre fallecido y una hermana que se dedica al servicio domestico.

En San Petersburgo vivía en una habitación alquilada, donde pasaba los días aislado pensando y en donde prácticamente no comía a no ser que la criada, le ofreciera algo de comer. Llegó a prometerse con la hija de su patrona, de la que nunca estuvo enamorado, que finalmente murió de tuberculosis. El amor lo descubrió con la hija de un alcohólico "amigo" suyo, que tras ser complice del crimen le sigue de forma desinterasada en toda la historia.

Luego de llevar un tiempo estudiando, se ve en apuros económicos, por lo cual se ve forzado a dejar su prometedora carrera. Luego de aislarse en la pequeña habitación que arrendaba,fue desarrollando un plan que consistía en matar a una vieja, Aliona Ivánovna, prestamista para luego robarle una gran cantidad de dinero con la que podría retomar sus estudios. Pasados dos meses, Raskólnikov da el paso y asesina a la anciana con un hacha, pero, a pesar de esto, y fuera de cualquier tipo de plan, se ve forzado además a matar a la bondadosa, pero bastante ingenua, hermana de la anciana, Lizaveta Ivánovna, que aparece de improviso y descubre el cadáver junto al propio Rodia en la escena del crimen.

Segun la Dra. Socorro Orgeira, la vulnerabilidad que desenvuelve el personaje en el final lo desenmascara en su experiencia vital humana y por eso es que ese final se cierne como principio de otra historia.

Sonia Semiónovna Marmeládova


 Sofia es una prostituta de dieciocho años, hija de Marmeládov, capaz de hacer cualquier sacrificio. Es vergonzosa, este personaje, será probablemente el más castigado por las injusticias y la mala suerte, y sin embargo es la que más entera y noble se mantiene.

 Su personalidad es tan fuerte que ni todos los peores sucesos la hacen variar en su línea de persona servicial y generosa. Sigue pensando en mantener a su familia. Este comportamiento, quizás obedezca a cierto complejo de culpabilidad, por el cual se vea obligada a responder con actos de ayuda y comprensión.